martes

Fragmentos pre oníricos del verbo


Noches de humos de sabor
regocijan mi imaginación.
Intermitentes referencias
de esencias pasajeras,
¿cuestión  indefinible?
Me enredó, caigo, me escapo, te  encuentro.
En el enredo un presente.
Sin lugar  el pasado  un salto circense,
un encanto  del presente.
La letra deja huella.
Versos  escapistas, trazan la respuesta.
Un verbo muerde el desplazamiento
Un actor disuelto.
Inocua resistencia que perpetúa el movimiento.

¿Tal vez solo sea la inclinación de la tierra con respecto a su órbita?

¿o a su cama?

domingo

Una conocida completamente extraña


Una conocida completamente extraña

Un noche en las entrañas del hermoso D.F co-incido con una duendecilla de la noche, que satura mi andar con su encantador olor a  colores líquidos. Dejó un rastro cromático que me llevo al limbo,  segado por la luminiscencia del hedor, incido en su encantos de seducción, un momento, un engaño, una confusión de un sábado por la tarde. El olor se desvanece y queda un rastro cromático unas huellas casi imperceptibles, ecos de sonidos emocionales, la huellas cobran forma y se re-transforman en seducciones nocturnas, …,   un encuentro en el rodar noctambulo; Una noche de colores,  de sabores,  de seducciones, de placeres orgásmicos cromáticos, a per se  la luz del sol limpio las marcas cromáticas de esa noche de extrañas coincidencias. 
Una nueva llama se convierte en cenizas, las cenizas se mueven, vibran ya que están su habitad en la noche del vació, se crean re-seducciones de posibilidades. El goce se transforma en un si en un no en no en un si, al desconcierto se vuelven  goce,  el goce de un psicosis histérica.
Gente extraña  co-habita en mí rodar aquellos misterios del divagar bizarro de nuestra ciudad.

Nota metal; Disfrutar de los olores cromáticos de mi andar, evitando el re.